Consentimiento, límites y respeto: no todo vale por estar desnudos

En el imaginario colectivo, el nudismo suele venir acompañado de una carga de prejuicios tan pesada como innecesaria. A quienes lo practican se les tilda de hippies, libertinos, “gente sin vergüenza” o, peor aún, se les asocia directamente con prácticas sexuales. Y cuando uno finalmente llega a un evento nudista, se da cuenta de que los cuerpos desnudos son lo menos escandaloso de todo. Lo verdaderamente incómodo, en algunos casos, son las actitudes.

Porque no basta con quitarse la ropa para dejar los vicios de la cultura vestida afuera. El respeto no es opcional. El consentimiento no es implícito. Y el hecho de estar compartiendo un espacio al desnudo no significa que todo contacto, conversación o comportamiento sea válido.

¿Qué es lo que incomoda?

Que tan seguras se sienten las personas en los eventos?

En algunos eventos nudistas, se han reportado situaciones incómodas: saludos invasivos, abrazos sin consentimiento, conversaciones innecesariamente íntimas o de carácter sexual con personas recién conocidas o con quienes no hay la confianza suficiente. “¿Qué opinas de las relaciones abiertas?”, “Yo fui a un bar swinger una vez…”, “¿Te puedo escribir después para seguir hablando de esto?” todo dicho desde una aparente “buena onda” que no siempre es bien recibida.

Qué limites tienen los asistentes para entablar confianza? das tu número telefonico o redes sociales a alguien que conoces hace 2 o 3 eventos nudistas?
Consideras amigos o hablas de temas intimos o privados con una cara conocida con quien puedes toparte en varios eventos a lo largo del año, o te das el tiempo de conocer mejor a las personas antes de permitir esos espacios?

El problema no es la curiosidad, es la falta de contexto, el mal timing, o peor: la suposición de que estar desnudos es una invitación a saltarse pasos, normas y límites. No lo es.

Lo que sí se debería hablar antes de cada evento

Aunque muchas agrupaciones hacen un gran esfuerzo por explicar las normas antes de cada encuentro, aún falta una política clara de prevención, no solo corrección. A veces se da por sentado que con una lista de reglas compartida por WhatsApp es suficiente, y hay grupos que ni siquiera lo comparten, pero  esto muchas veces no es suficiente. Mucho menos cuando se trata de personas nuevas, o cuando el evento es en un espacio inusual, o el público es diverso, no queremos que las personas nuevas se sientan ni muy vulnerables ni en excesiva confianza con otros asistentes que llevan mucho tiempo asistiendo, es importante que los asistentes tambien determinen sus limites y cómo se protejen ante potenciales personas con intenciones ambigüas, y esto no es solo por ser un evento nudista, es Colombia. 

Hacer nudismo no nos exime de hablar de consentimiento. Al contrario: debería ser la práctica que más lo refuerce.

Charlas breves al inicio de los eventos, mensajes previos con recordatorios, o incluso dinámicas grupales para fomentar el respeto y el autocuidado pueden marcar la diferencia. No se trata de ser rígidos ni de “asustar” a nadie. Se trata de construir comunidad de verdad.

Generaciones, géneros y zonas grises

Asilo 1.0 - Diciembre 2024

Aunque no se puede generalizar, sí se han visto patrones. Algunas personas mayores —sobre todo hombres— tienden a pensar que su experiencia, posición económica o “buena voluntad” justifican ciertas actitudes invasivas. Mientras tanto, muchos jóvenes llegan ya con conceptos más claros sobre consentimiento, lenguaje inclusivo y límites saludables.


Sin embargo, también hay jóvenes que confunden el nudismo con un espacio para encontrar pareja, o que repiten comportamientos aprendidos sin cuestionarlos. Por eso es clave que el respeto sea un lenguaje común entre todos, sin importar edad, género o tiempo en la comunidad.



Lo no dicho también importa

A veces, las personas más incómodas no son las que cruzan los límites de forma explícita, sino las que lo hacen de manera ambigua, con comentarios disfrazados de humor o curiosidad. El problema no es hablar de sexualidad; el problema es cuándo, con quién y desde qué lugar lo haces.

La cultura nudista propone un espacio libre de connotación sexual durante los eventos. Eso significa que no venimos a coquetear, ni a flirtear, ni a hacer sentir a nadie que su cuerpo —por muy hermoso que lo veamos— es una invitación a la cercanía física o emocional. El cuerpo aquí no se desea, se respeta.

Construyamos espacios seguros… de verdad

10° Encuentro Naturista Nacional - Anapoima 2025
Este artículo no es un regaño. Es una invitación a reflexionar.

  • Si eres nuevo en la comunidad, obsérvate. Haz preguntas si no entiendes algo. Escucha más de lo que hablas. Y, por favor, deja los abrazos para cuando haya confianza.
  • Si llevas tiempo en la comunidad, no normalices lo que incomoda. Recuerda que el consentimiento no es un bonus: es el punto de partida, también pregunta antes de saludar con abrazos.
  • Y si organizas eventos, no temas parecer “demasiado enfático”. Los espacios seguros se construyen con claridad, no con suposiciones.

Al final, todos buscamos lo mismo: sentirnos libres, sin miedo a ser juzgados, incomodados o invadidos. Y eso, paradójicamente, empieza por una regla muy vestida pero muy necesaria: el respeto mutuo.

Comentarios